lunes, 6 de septiembre de 2010

Un cura se lía a tortazos con un joven festero impertinente



Los hechos ocurrieron en Rótova, pequeño municipio de la provincia de Valencia, de unos 1.400 habitantes.

Cuando los feligreses se acercaron al altar, durante el oficio religioso, para tomar la comunión, uno de los miembros de la comisión de fiestas del pueblo presente en la ceremonia (Rubén Costa) se quitó la hostia consagrada de la boca y la rompió delante del cura.

Estupefacto, el párroco, Don Víctor Jimeno, le contestó dándole una bofetada al insolente festero, que decidió responder con otro golpe de mano. La trifulca acabó con una patada del párroco en el trasero del joven y la expulsión de la iglesia de todos los miembros de la comisión de fiestas. Hay que aclarar que todos estos hechos se produjeron en presencia de numerosos feligreses, incluidos todos los representantes del Ayuntamiento con su alcalde a la cabeza.

Posteriormente, el cura, arrepentido, pidió perdón “al joven, a su familia y a todos”. Desconocemos si el festero ha hecho lo propio por la ofensa que profirió a la comunidad cristiana.

Esta claro que Don Víctor no es de los de “poner la otra mejilla”.

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