¡Por fin! Se acabó el meter la pata cuando uno se sienta ante el ordenador con una copa de más. No más vergüenza al comprobar al día siguiente que en nuestro perfil de cualquier red social aparece nuestra foto en paños menores que, en plena efervescencia etílica, no tuvimos reparos en subir. Adiós a nuestros comentarios inoportunos sobre las costumbres de nuestro jefe, de nuestro suegro o del amigo del alma. Ha llegado la salvación de los “bocazas” de las redes sociales.
La compañía webroot ha creado una aplicación que obliga a pasar un riguroso test a los usuarios antes de entrar en su red social. El usuario determina una hora, a partir de la cual piensa que puede no estar en condiciones normales para acceder a estos contenidos. La aplicación, a partir de esta hora, requerirá una serie de cuestiones y pruebas para permitir el acceso. Si las supera... podrá continuar.
La frase promocional aclara bastante la filosofía de esta aplicación: “en Internet no ocurre nada bueno después de la 1”.
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