Una ex enfermera fue arrestada en el noroeste de Tailandia acusada de comerciar con espíritus infantiles. La policía ha encontrado en un almacén abandonado, cerca de las fronteras con Camboya y Laos, catorce fetos de niños.
Al parecer, la sospechosa los compraba a jóvenes que habían abortado ilegalmente y luego los vendía a sus clientes como “luk krok” o fantasmas de niños.
Es creencia popular tailandesa que estos espíritus dan buena suerte y que ayudan a ganar la lotería. Lo que está claro es que a la “enfermera-hechicera” no le han traído mucha suerte que digamos.
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