Era una de las reivindicaciones más antiguas de los actores porno, de las autoridades y de los grupos anti-SIDA: el Consejo Municipal de la ciudad de Los Ángeles ha aprobado, casi por unanimidad, una legislación que obliga a los trabajadores de la industria del sexo a ponerse un preservativo si participan en películas “para adultos”.
Por poner un ejemplo reciente, uno de los actores más famosos de este gremio, Derrick Burts (conocido como “el Paciente Zeta”) se ha contagiado en el último mes de clamidia, gonorrea y herpes, ¡casi nada!
Pero no todos están satisfechos con la medida y los magnates de la industria cinematográfica del porno ya han amenazado con “emigrar” a otras ciudades más permisivas. Alegan que los espectadores prefieren ver películas de sexo sin ningún tipo de protección. ¿Seguro?
De lo que verdaderamente nos asombramos es de que esta medida no estuviese ya en vigor desde hace muchos años.
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