El penalti más brutal de la historia del fútbol

Suele decirse que, en ocasiones, para que un árbitro te pite un penalti resulta casi imprescindible que chorree la sangre dentro del área de castigo. Esta “exageración” con que suelen excusarse los entrenadores de los equipos perdedores no lo fue tanto en el encuentro entre las selecciones sub-17 de las Islas Cook contra Tonga.

Tras un rechace del portero, un jugador de Islas Cook recogió el balón y todavía dentro del área recibió una clara falta de un defensa de tonga que le tiró por los suelos. Hasta ahí, todo normal. Lo curioso vino cuando se acercaron otros dos jugadores de la selección de Tonga al jugador caído y junto al que ya había cometido penalti, empezaron a pegarle patadas sin ningún sentido.

El árbitro, posiblemente tan sorprendido como el resto de los espectadores, tarda unos instantes en reaccionar, hasta que finalmente corre, brazo en alto, hasta el punto de los 11 metros. Curiosamente, en ese momento los violentos jugadores de Tonga dejaron de darle patadas al contrario.

Para mayor sorpresa del espectador, ningún jugador de Islas Cook acude a ayudar a su compañero, por lo que la esperada “batalla campal” entre los dos equipos, no se llega a producir.
Sin ninguna duda, el penalti más escandaloso de la historia del fútbol.

PD. Por si alguien siente curiosidad, el partido acabó 6-2 a favor de Islas Cook.