Seguro que cuando usted visita a su médico, aunque acuda por que le duele un juanete, siempre le hace la misma pregunta: ¿todavía fuma? Parece que, hoy en día, lo único que puede influir en la salud de las personas es si fuman o no.
Pero esto no siempre ha sido así. No hace tanto tiempo, fumar era una costumbre social bien vista. Médicos, dentistas, deportistas… hasta Papá Noel aconsejaba hacerlo. Les traemos unos ejemplos publicitarios que lo demuestran:
Encabeza este post Papá Noel deseando "Feliz Navidad a todos los fumadores".
El tabaco era una de las mejores fórmulas para enamorar a una mujer:
“si le echas el humo a una mujer ella te seguirá a cualquier parte". En la actualidad, cambiaríamos la segunda parte por “…ella te enviará a prisión”.
Tampoco tenían problemas para involucrar a los niños en el vicio. Estos bebés les decían a sus papás:
"Mamá, antes de regañarme, podrías encenderte un cigarrillo Marlboro". "Papá, siempre consigues lo mejor... incluso Marlboro"
Los dentistas también veían con buenos ojos el tabaco.
¡Hasta los médicos fumaban para promocionarlo!
Para combatir la fatiga del deportista,
¡un buen cigarrillo antes de la competición!
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