Los hechos
ocurrieron este mismo lunes en una guardería de Benejúzar, en Alicante. Un
“peligroso” niño de 15 meses la emprendió a mordiscos con tres compañeros de
clase causando una inusitada alarma social entre los padres del resto de niños
que acuden habitualmente a esta guardería municipal. ¿Resultado? El bebé
“violento” ha sido expedientado y expulsado por “motivos disciplinarios”
durante una semana.
El comité
disciplinario, compuesto por la directora de la guardería y por el concejal de
educación de la localidad, Francisco Lorenzo, tomó esta “dolorosa” decisión
después de que la primera solicitara la ayuda del segundo ante las quejas de
algunos padres y madres. Tras consensuar la decisión, informaron a la madre de
la medida adoptada y de que, por mucho que alegara que ella trabajaba y que
ningún familiar se podía quedar con el niño, no se iba a revocar: “que se quede
en casa durante una semana a ver si así se le quita la costumbre de
morder", le comunicó amablemente el sesudo concejal.
La madre, como cabía esperar, ha presentado una denuncia
ante la policía local y la guardia civil contra el susodicho concejal y contra
la directora del centro.
A ver si nos aclaramos; a todos nos ha molestado comprobar como en ocasiones,
nuestros hijos, sobrinos o nietos volvían con mordeduras, arañazos o moratones
de la guardería, pero de ahí a expulsar durante una semana a un niño que no sé
si sabrá andar, que no habla y que apenas entiende lo que se le dice… creo que
a Don Francisco Lorenzo se le han subido los calores del mes de julio a la
cabeza. ¿Y si llega a tirar la comida al suelo o arranca las hojas de una
planta? ¿Lo meten directamente en prisión?
Ahora en serio, ¿tan mal les cae la madre?
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