El fichaje y la posterior llegada del jugador de fútbol
Neymar al F.C. Barcelona es un auténtico torrente de noticias, muchas de ellas,
sorprendentes.
Si ya resultó curiosa la pelea entablada entre el Real
Madrid y el Barcelona durante dos años por conseguir fichar al crack brasileño,
no menos asombroso es el pago de 57 millones de euros (que sumando todos los
conceptos llegan a los 100 millones) en plena crisis económica o que 65.000
aficionados azulgranas no tuviesen otra cosa que hacer en toda la tarde que ir
a ver a un solo jugador darle unos toques a un balón en medio del Camp Nou o
que el chavalín dijese que se sentía más cómodo hablando en catalán que en
castellano cuando todo lo que dijo tuvo que memorizarlo igual como yo lo haría
si tuviese que hablar en público en Finlandia.
Sin embargo, una de las cosas más sorprendentes y que apenas
ha tenido trascendencia en la prensa nacional ha sido la llegada junto con el
astro brasileño de su novia, Bruna Marquezine. Quédense con el nombre porque
dará que hablar, y mucho, durante los próximos años.
En apenas unas horas, la bella actriz y modelo de 17 años se
metió a la afición en el bolsillo. Vestida con la camiseta de rigor azulgrana,
no desaprovechó la ocasión de dejarse ver y de fotografiarse con varios
aficionados en actitudes que podríamos denominar como simpáticas.
Al menos de momento, la bella Bruna no tiene previsto vivir
en Barcelona debido a su trabajo en Brasil, pero ha asegurado que vendrá
frecuentemente a visitar a su novio. Y, de seguro, provocará la alegría de más
de un aficionado “Culé”.